De las "kupelas" o barricas se sirve directamente la sidra. Esta bebida ha sido durante cientos de años pilar de la alimentación, tradición y economía del País Vasco.
Si el tiempo lo permite, os recomendamos que os relajéis en su terraza, aún encontrándonos en plena villa, sus jardines nos transportan lejos del bullicio de la ciudad.
Ofrece varios menús basados en la comida típica de sidrería, carnes y pescados. También tiene cordero y cochinillo asados al horno de leña (por encargo). Nosotros nos quedamos con el menú del día, 10 €, una comida sencilla, económica y correcta que en este lugar se convierte en una maravilla.
не плохо
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